martes, 15 de noviembre de 2011

Las raíces blancas de Obama


La Cumbre Asia-Pacífico lleva al presidente de EE.UU. a su Hawai natal, donde se crió como parte de la minoría.

Michelle Obama dijo en una ocasión, en relación con el carácter de su marido, que "no se puede entender a Barack hasta que se entiende Hawai". Difícil labor, porque este es un territorio social y culturalmente confuso, tan variado y complejo como la biografía y la personalidad del presidente. Pero recorriendo las calles en las que nació y vivió de adolescente, en las que empezó a diseñar su futuro, se entiende algo mejor lo que se esconde detrás de Obama, un misterio que tiene que ver con su raza, su origen y el costoso descubrimiento de su propia identidad. A su Honolulú natal regresó este fin de semana el presidente de EE UU, motivo de la Cumbre Asia-Pacífico.
La historia de Barack Obama es la suma de sucesos inverosímiles. Su ascenso a la presidencia como el primer negro en lograrlo es, por supuesto, el hecho más sorprendente de toda su carrera. Pero antes de eso, cada paso en su vida es un movimiento arriesgado y fuera de lo convencional: el padre que lo abandonó después de nacer para volver con los suyos en Kenia, la madre que se lo llevó a un lugar tan remoto como Indonesia junto a un nuevo marido de confesión musulmana, el regreso posterior a la casa de unos abuelos blancos, su educación inesperada en universidades de élite de la Costa Este, su descubrimiento tardío de la marginación de los negros en Chicago y sutransformación en el más joven senador de Washington.
Ese extraordinario relato solo puede dar lugar a una personalidad rica pero torturada, a un hombre que se ha visto obligado a desentrañar cuidadosamente su pasado -ha escrito dos autobiografías antes de cumplir los 50 años- para encontrarse a sí mismo.
Obama nació como un blanco más un 4 de agosto de 1961 en el Kapiolani Hospital for Women and Children de la ciudad de Honolulú. Entonces, y ahora, la población negra de Hawai apenas llegaba al 1%. Su familia se encontró con un niño negro como fruto de una aventura de su madre a los 18 años. Los abuelos, Madelyn y Stanley Dunham, que habían llegado al archipiélago un año antes desde California en busca de mejores oportunidades de trabajo, acogieron a su casa a la hija y al nieto recién nacido. Stanley, que también había sido criado por sus abuelos porque su madre se suicidó, se empleó en una fábrica de muebles y Madelyn encontró un puesto en un banco hawaiano, del que, 10 años después, llegaría a ser vicepresidenta.  
Obama en Hawai
A los seis años de edad, Obama se fue con su madre, Ann Dunham, a Yakarta, acompañando a su padrastro, Lolo Soetoro, a quien Ann había conocido como estudiante de geografía en la Universidad de Hawai. Solo cuatro años después, el futuro presidente regresaría a Honolulú, donde ya quedaría permanentemente al cargo de sus abuelos.

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